jueves, 2 de septiembre de 2010

EL BICENTENARIO EN NUESTRO PAÍS

Humahuaca, madre coya con su niña
   La proximidad del Bicentenario me inspiraba desconfianza en cuanto a que se anunciaba con celebraciones que podrían llegar a ser sólo de paradas militares y fiestas folklóricas, con muchas banderas celestes y blancas. Aunque había una marcha de pueblos originarios desde muchos rincones del país, yo no confiaba en que se llegara a vivir algo interesante.
   Esos hermanos llegaron a Buenos Aires,para decir con su presencia que ellos siguen estando, pese a las persecuciones que han pasado y siguen pasando. Dijeron que  se cumplen doscientos años de injusticia, de sometimiento, de explotación, de arrebato de sus lugares, de pisoteo de sus culturas, entre otros actos llevados a cabo en el nombre de una pretendida civilización.
   Por otra parte, la recepción en el máximo nivel gubernamental argentino de los representantes de pueblos y gobiernos de países hermanos también me asombró gratamente, no por la elegancia y el protocolo, sino por el mensaje de la América hermosa, la del Sur del Río Bravo, en una unidad que despunta como un sol potente. Me quedo con esa imagen, la del mapa que compartimos y que es preciso que fortalezcamos.
Prof. Yailín Bosto Bueno
   Que quede claro que estamos naciendo como Patria Grande recién ahora.  A partir de ahora sería oportuno replantearnos los argentinos que nuestra casa es la América morena y no otra. No la hemos mirado antes con la amplitud que hoy nos enseñan los originarios de acá  y de los países vecinos. Aunque tengo conciencia de que hay escollos que salvar y que hay amenazas presentes nacidas en oscuros imperios de ambición, usinas de odio y de muerte, confío en que podemos aprender de los verdaderos dueños de la tierra, llenos ellos de sabiduría.
   Y en todo caso, luego de estas celebraciones, nos quedará el aprendizaje de usar la mirada amplia, de asociarnos, de abrazarnos todos, los de piel blanca  y  los que saben largamente de identidad, los que saben bien dónde estar.
Celebración con globos 25-5-10, B. Aires
   Otra cosa que nos quedará es la alegría para seguir en la búsqueda, en el aprendizaje. Las luces importantes de los festejos, la música escuchada, las danzas, las comidas de más allá de la Avda. Gral. Paz, la cultura brotando con alegría, el codo a codo en la dicha, el alejamiento de los fantasmas del individualismo, TODO ESO, que nos dure, que no se nos olvide.    E.J.

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