martes, 12 de octubre de 2010

MALVINAS, NUEVA ACCIÓN PIRATA

   El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda anunció que realizará maniobras militares en las Islas Malvinas, un archipiélago ocupado por Gran Bretaña desde 1833, cuya soberanía reivindica la República Argentina en base a  razones históricas y geográficas.
   Este nuevo acto de prepotencia imperial, que pone en serio peligro la paz en nuestro continente, guarda relación con la ocupación  del archipiélago de Malvinas y la instalación, en Mount Pleasent, Isla Soledad, de una fortaleza militar hoy administrada por la OTAN. Se trata de una gran base militar  establecida en nuestras costas, provista de una gran pista de aterrizaje y un puerto naval donde atracan buques y submarinos de propulsión atómica.
   Estamos, pues, ante una grave provocación que puede estimular la carrera armamentista en la región y alentar la militarización del Atlántico Sur, en contradicción con resoluciones de la ONU que reclaman convertirlo en un océano de paz y cooperación.
   Nos pronunciamos por la solución pacífica de la controversia, en torno a una mesa de negociaciones, de conformidad con sucesivas recomendaciones de la ONU, a lo cual Gran Bretaña se niega sistemáticamente, en tanto que continúa saqueando nuestros recursos naturales, haciendo negocios ilegales con grandes empresas transnacionales en base a la exploración de petróleo y la concesión de licencias de pesca en la plataforma continental argentina.
   Por todo ello, solicitamos a la ONU,  a la OEA y a todas las organizaciones de la comunidad internacional, que exija a Gran Bretaña el cumplimiento de la legalidad internacional.
   Necesitamos el apoyo de los países latinoamericanos y caribeños, en particular de los Estados de la Unasur y del Alba. Sugerimos a la Unasur el envío de una Misión de Observación a las Islas Malvinas para investigar el carácter de las instalaciones de la Base militar y la función que desempeñan, así como la posible existencia de silos para almacenar armas nucleares, según las denuncias que se vienen formulando desde la guerra de Malvinas en 1982.
   También necesitamos la solidaridad de los pueblos de la región y de todo el mundo, de las redes sociales y las fuerzas políticas que trabajan en defensa de la paz y de la soberanía nacional, para preservar nuestros bienes naturales, así como la autodeterminación y la vida de nuestros pueblos.

En el año del bicentenario de la gesta independentista
es necesario poner fin a la rémora del colonialismo.
                                                                                      Buenos Aires, 12 de octubre de 2010

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